Desde la antigüedad, la argumentación ha sido objeto de interés en todas las áreas donde se practica el arte de hablar y de escribir de manera persuasiva. En la actualidad, el estudio de la argumentación ha recobrado vigencia debido a la gran influencia que los medios de comunicación tienen sobre la sociedad. Esta influencia se manifiesta en el planteamiento de estrategias argumentativas para convencer al público acerca de ciertos valores e ideas. Ejemplo de esto son los discursos argumentativos relacionados con la publicidad o el pensamiento político. Así pues, la principal motivación del estudio de la argumentación (por parte de los argumentadores), consiste en establecer si el razonamiento planteado es verosímil, es decir, si quien es objeto de la argumentación está dispuesto a aceptarla. Son enunciados con diferentes funciones que permite al enunciador plantear y defender una tesis.

Escritura del discurso argumentativo
Los elementos básicos de la argumentación son la tesis, los argumentos, y la conclusión.
La tesis es la idea principal en torno de la cual se reflexiona. Puede aparecer al principio o al final del discurso, de manera explícita o implícita. Una tesis debe presentarse en forma clara y objetiva, aunque encierre en sí varias ideas.
* Tesis argumentativa
* Argumentos
* Ejemplificación
* Cita Textual
* Respaldos
* Conclusión
Conectores y operadores
En el discurso, los argumentos se vinculan entre si mediante conectores y operadores:
Véase también
* Debate
* Retóricaes:Argumento
Véase también
* Debate
* Retóricaes:Argumento
* Un conector es una conjunción o frase conjuntiva que relaciona dos enunciados, dándoles una orientación. La orientación es positiva cuando va a favor de la tesis, en cambio las conjunciones "como" o "pero" se usan para dar una orientación negativa.